En Castilla y León, como en otros lugares de España se viene realizando hasta nuestros días lo que se denomina "La Matanza" del cerdo. Es una tradición bien arraigada y que por desgracia se va perdiendo poco a poco. No solo esta tradición, sino que se van perdiendo todas esas medidas, como "arrobas", aparatos de medidas "La romana", de labor o las costumbres de nuestros abuelos, bien por la denominada desertización de los pueblos, ya que los jóvenes cada vez más huimos en busca de un trabajo hacia las ciudades, por que esa tradición no se ha trasmitido bien de padres a hijos o por una simple comodidad, ya que no solo es el acto de la matanza, ya que después es cuando viene el trabajo de verdad, el elaborado de las recetas de nuestras abuelas, para conservar la carne, los chorizos, preparar los torreznos, y una serie de inacabables manjares. Recetas esenciales para elaborar estos platos, y que si no se transmiten bien de padres a hijos nunca se podrían llevar acabo.

En cualquier caso, existe una tradición que ha llegado hasta nuestros días, que viene año a año y poco a poco a extinguirse, pero que hoy en día es muy popular en toda la población, sobre todo en los pueblos; y que el que ha tenido la suerte de probarla, y más aún él vivirla, sabrá sin lugar a dudas la diferencia entre el sabor la matanza casera y la elaborada en las fabricas, sin las recetas de la abuela...