Cuatro heridos y graves daños, en sendos fuegos en Aldeaseca y Arévalo

Un agente de la Guardia Civil relata el rescate de una anciana en el incendio registrado en una vivienda de Aldeaseca . «Cualquier compañero hubiera actuado como nosotros»

J.L.Robledo

«No piensas si te estas jugando la vida. Lo único que quieres es hacer bien tu trabajo y en este caso lo hemos conseguido». Con estas palabras resumía el guardia civil arevalense F. J. C. B., de 38 años, el rescate, junto a su compañero F. J. L. H., de 40 años, de una vecina de Aldeaseca que se encontraba inconsciente en el interior de su casa en llamas, y que gracias a su intervención ha podido salvar la vida.
«Los guardias civiles se jugaron la vida. Gracias a su coraje hoy sólo nos queda el susto y no tenemos que lamentar ninguna desgracia personal», con estas frases relataban los testigos del incendio la actuación de los dos agentes de la Benemérita.
Los hechos ocurrieron pasadas las cuatro de la madrugada del jueves, cuando un incendio se declaró en una vivienda situada en la calle Villanueva de Aldeaseca y en la que viven el matrimonio formado por J.M.S.D., de 77 años, y E.C.R., de 76. El marido, según relató un hijo del matrimonio, se percató del fuego cuando en mitad de la noche salió de la cama para ir al baño. Rápidamente avisó a su esposa y ambos, en pijama, bajaron a la calle para pedir ayuda. En esos momentos de confusión, y mientras el marido llamaba a las puertas de los vecinos, la mujer, al no ver a su marido en la calle, volvió a subir a la vivienda pensando que su esposo había vuelto a su interior. A partir de ese instante se vivieron los momentos más tensos. El fuego permanecía vivo y la gran cantidad de humo, además de impedir ver nada en el interior de la casa, hacía imposible respirar.
Fue entonces cuando en el lugar de los hechos se personó una patrulla de la Guardia Civil, que sobre las 4,30 horas había recibió el aviso. «Cuando intentamos entrar en la vivienda por la escalera nos resultó imposible. Ni veíamos nada ni se podía respirar. Entonces, con la colaboración de un vecino, utilizamos la pala de un tractor para acceder a la terraza del piso de arriba. Una vez allí, quité las contraventanas y, arrastrándome por el suelo, pude entrar en la vivienda. Fueron tres o cuatro los intentos en los que con la ayuda de mi compañero, que desde la puerta de entrada me pasó varios extintores, intenté apagar el fuego. Fueron intentos de escasos segundos, en los que me ayudé de toallas y pañuelos mojados para poder respirar. Fue una búsqueda a ciegas, no se veía nada y no sabía donde estaba», relata el agente. «Cuando llegó una dotación del 112, les pedí una mascarilla y eso me permitió aguantar más tiempo dentro de la vivienda. Siempre tenía que entrar arrastrándome, ya que en cuando me ponía de pie me ahogaba. Gracias a la mascarilla, pude apagar el fuego y avanzar por el pasillo hasta el dormitorio, donde vi el cuerpo de la mujer tendido en el suelo al lado de la cama. Entonces, avisé a mi compañero y le indiqué a voces cómo podía llegar hasta el dormitorio. Luego, entre los dos pudimos sacar a la mujer a la calle». Aunque los testigos no dudan en calificar la actuación de los agentes de «heroica», F. J. C. B. asegura que «cualquier otro compañero hubiera actuado como yo».
Cuando los agentes salieron del interior de la vivienda con el cuerpo de la anciana, los vecinos se temían lo peor, dado que la mujer había pasado más de media hora en el interior de la vivienda. Pero rápidamente, y una vez que el equipo del 112 comenzó a atenderla, pudieron comprobar que aún respiraba.
Ambos agentes, así como el matrimonio, fueron trasladados al hospital de Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila. Los dos guardias civiles, así como el marido, fueron dados de alta por la mañana, mientras que la mujer, que permaneció en el interior de la vivienda más de media hora, fue sometida a más pruebas y recibió el alta médica por la tarde.
El incendio, según explicó un hijo del matrimonio, se inició en un pequeño cuarto de estar, dado que las llamas sólo han afectado a esta sala, y pudo ser provocado por un cortocircuito. Además de los guardias civiles, al lugar de los hechos se desplazaron efectivos de Sacyl, bomberos de Arévalo, Ávila y Medina del Campo y miembros de Protección Civil de Arévalo.

Por otra parte, un incendio declarado en la mañana de ayer, poco antes de las 6 horas, provocó graves daños materiales en el interior de una de las naves municipales de Arévalo, situadas en la calle Asunción Valcarce Maestro, junto al Instituto de Educación Secundaria Adaja y a la avenida de Emilio Romero.
En la extinción del incendio, que pudo ser sofocado en un cuarto de horas, participaron una dotación de bomberos del parque de Ávila y un equipo de extinción de Arévalo, que en el momento de producirse el siniestro regresaba a las dependencias municipales después de intervenir en el fuego de Aldeaseca. Como consecuencia del siniestro, se ha quemado una furgoneta, herramientas del taller de empleo, así como kars, semáforos y señales del parque infantil de tráfico que se encontraban depositadas en dichas instalaciones.
De momento, y a la espera del estudio de los peritos, se desconocen las causas que provocaron este siniestro.